Hoy vamos a atacar un monstruo que causa miedo de sólo mencionar su nombre: inflación. *Inserte aquí un grito de auxilio*

Empecemos con lo básico…

¿Qué es la inflación?

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios en un país durante un período de tiempo.

Ajá, pero en palabras más normales, esto significa que, con el tiempo, el dinero pierde poder adquisitivo. O sea, con la misma cantidad de dinero puedes comprar menos cosas.

Por ejemplo, si el precio de una taza de café sube de 1 a 1.20, esa es una forma de inflación. Si la inflación es alta, los precios suben rápidamente, lo que puede hacer que el costo de vida sea más caro.

Aquí es donde puedes pensar en tus papás, o tus abuelos diciendo “Todo está muy caro, mijita. En mis épocas, esta Coca-Cola costaba sólo x pesos”. Y sí, tienen razón.

Pero, ¿quién controla ese monstruo? ¿O acaso se manda solo?

¿Quién controla la inflación?

La inflación generalmente la controla el banco central de cada país, que es una institución encargada de gestionar la política monetaria. En muchos países, este banco central tiene como objetivo mantener la inflación en un nivel bajo y estable para asegurar una economía sana. Aunque, es importante aclarar que no se trata de un control tan sencillo como decidir un número y ya, porque la inflación también puede verse afectada por factores fuera del control de los bancos centrales, como desastres naturales, conflictos geopolíticos o crisis globales.

¿Cómo le hacen los bancos para ejercer ese control?

Para controlar la inflación, los bancos centrales usan varias herramientas, como:

  • Ajustar las tasas de interés: Si suben las tasas de interés, pedir dinero prestado se vuelve más caro, lo que puede reducir el gasto y la demanda, ayudando a controlar la inflación.
  • Controlar la cantidad de dinero en circulación: A través de políticas como la compra o venta de bonos, los bancos centrales pueden influir en la cantidad de dinero disponible en la economía.
  • Influir en las expectativas económicas: A través de declaraciones y acciones, los bancos centrales también intentan que las personas y empresas esperen una inflación controlada, lo que puede ayudar a estabilizar los precios.

Bueno….ya vamos entendiendo más. Pero, ¿para qué tanto control? ¿Por qué pensamos que la inflación es “mala”?

¿Toda inflación es mala?

La mayoría de personas escuchamos noticias de la inflación y nos asustamos. En primer lugar, porque no entendemos bien qué es y en segundo lugar porque los noticieros nunca mencionan cosas positivas sobre la inflación (eso no vende). Aparte de eso, asumimos que es mala, por las siguientes razones:

  • Impacto directo en el bolsillo: La mayoría de las personas siente el impacto de la inflación directamente en el aumento de los precios de productos y servicios básicos como alimentos, gasolina y vivienda. Cuando los precios suben y los ingresos no lo hacen al mismo ritmo, las personas tienen menos poder para cubrir sus necesidades.
  • Incertidumbre económica: Cuando la inflación es muy alta o impredecible, genera incertidumbre, lo que lleva a las personas a tomar decisiones económicas más conservadoras, como recortar gastos o evitar inversiones. Esto puede frenar el crecimiento económico y causar más problemas.
  • Desigualdad: Las personas que tienen menos recursos son las más afectadas por la inflación, ya que son más sensibles a los aumentos de precios. Esto aumenta la desigualdad económica, ya que quienes tienen más dinero pueden protegerse mejor contra la inflación.

Pero…..¡Sorpresa! No toda inflación es “mala”. *Inserte aquí carita de sorpresa*

La inflación “mala” ocurre cuando se sale de control, lo que afecta negativamente la economía de las personas y genera un ambiente de incertidumbre. Sin embargo, una inflación moderada y controlada puede ser parte de un crecimiento económico saludable.

Vamos por partes. Primero, ¿a qué nos referimos con “cuando se sale de control”?

Esto hace referencia a una situación en la que los precios aumentan de manera rápida, desmesurada e impredecible, afectando gravemente la estabilidad económica de un país. Esto puede suceder cuando la inflación alcanza niveles muy altos durante un periodo prolongado, y los mecanismos de control, como la política monetaria del banco central, ya no son efectivos para detenerla.

Uno de los ejemplos más conocidos de inflación fuera de control es la hiperinflación en Zimbabwe a finales de los 2000. El país experimentó aumentos de precios tan extremos que, en 2008, la tasa de inflación anual fue de 89.7 trillón por ciento (¡eso es 89,700,000,000,000%!). Pero, calma, que eso no suele pasar tan seguido.

Segundo, ¿cuáles son esos efectos negativos que sufrimos cuando se sale de control?

  • Pérdida del poder adquisitivo: Si la inflación sube demasiado, el dinero pierde valor rápidamente. Esto significa que las personas necesitan más dinero para comprar lo mismo, lo que afecta su calidad de vida, especialmente a quienes tienen ingresos fijos, como pensionistas o trabajadores con salarios bajos.
  • Inestabilidad económica: Una inflación descontrolada puede generar incertidumbre en la economía. Las empresas no pueden prever con claridad los costos y los consumidores no saben si los precios seguirán subiendo, lo que puede disminuir el consumo y la inversión. Esto frena el crecimiento económico.
  • Ahorros y deudas: La inflación puede perjudicar a los ahorradores, ya que el valor del dinero que tienen guardado en cuentas bancarias o inversiones pierde poder adquisitivo con el tiempo. Por otro lado, las personas con deudas pueden beneficiarse, ya que sus préstamos se pagan con dinero que vale menos. Esto crea desigualdades y distorsiona la economía.

¿Y yo, un ciudadano normal, qué puedo hacer con la inflación?

Aunque la inflación generalmente se asocia con efectos negativos en la economía, hay formas en que una persona promedio puede aprovecharla para tomar decisiones financieras más inteligentes y proteger su dinero. Aquí te doy algunas ideas sobre cómo podrías manejar la inflación de manera positiva:

  1. Invertir en activos que suben con la inflación, como bienes raíces, acciones, oro y metales preciosos, o bonos gubernamentales que se ajustan con la inflación.
  2. Ahorra de manera inteligente, por ejemplo, buscando cuentas de ahorro con alto interés, o teniendo inversiones a una tasa fija. Por ejemplo, si tienes una hipoteca o un préstamo personal con una tasa fija, la inflación puede ser positiva para ti, ya que los pagos en términos reales (es decir, en relación al poder adquisitivo del dinero) se vuelven más fáciles de manejar con el tiempo.
  3. Aprovechar las compras a largo plazo. Si sabes que ciertos productos o servicios subirán de precio en el futuro debido a la inflación, puedes aprovechar la oportunidad para comprarlos ahora, antes de que suban más (artículos como electrodomésticos, coches o muebles). También, algunos productos que usas regularmente, como alimentos no perecederos o productos de higiene personal, pueden comprarse a precios más bajos antes de que la inflación afecte su precio. Otra alternativa es pensar en compras a crédito en meses sin intereses.
  4. Revisar y ajustar tu presupuesto, para que tus gastos tengan en cuenta el aumento de precios. Por ejemplo, prioriza tus gastos (lo esencial primero) o busca alternativas menos costosas. Si necesitas ayuda con este tema, te recomiendo leer mi artículo de presupuesto personal (¡que además incluye una plantilla!)
  5. Busca fuentes de ingreso adicionales, en caso de que tu salario no aumente.
  6. No pierdas de vista el largo plazo. Las inversiones como fondos de pensiones o inversiones diversificadas, suelen ajustarse a lo largo del tiempo, y los rendimientos compuestos pueden ayudarte a superar los desafíos que trae la inflación.

Entonces, para concluir, la inflación, como todo monstruo, en realidad es más un miedo infundado e incomprendido. Te invito a que te acerques a ella, te hagas su amiga, y la aproveches para tomar mejores decisiones.

¿Algún otro monstruo financiero que te asuste? ¿O alguna otra idea de cómo utilizar la inflación a tu favor? Comenta aquí abajo.